Calamaro abrió el corazón en Rosario

Se presentó este sábado a la noche en el Camping Municipal y brindó un recital de más de dos horas en el que abundaron los hits, en un recorrido vibrante de su trayectoria. “Rosario es un país aparte”, lanzó y los miles de fans presentes multiplicaron los aplausos. “El Cantante” se mostró emocionado y más vital que nunca sobre el escenario


Andrés Calamaro estuvo en Rosario, al lado del Paraná, en el Camping Municipal donde brindó un recital que, para muchos, será inolvidable. “El cantante” regaló “lo mejor del repertorio”, en un repaso cuidadoso de su trayectoria que lo ubica como un autor prolífero, una verdadera “máquina de hacer hits”. Y todos los presentes – que llenaron el lugar – acompañaron con efusión la entrega de este músico que no deja de reinventarse una y otra vez.

El último recital de su mini gira por el interior del país lo encontró en Rosario y Calamaro no dejó nada para la próxima vez. Acompañado de una banda –dos guitarras, un teclado, una batería, un bajo y dos corsitas “prestados” de la Versuit Vergarabat – no sólo supo abrir el mini bar sino también su corazón y, visiblemente emocionado en algunos momentos del show, trasmitió su alegría de estar en al ciudad

No faltaron las actitudes “calamarescas”. Andrés habló –y mucho– agradeció –y mucho– pero lo que más llamó la atención de sus fans fue el intenso ritmo que le aplicó a su performance sobre le escenario. Nunca paró, no se privó de ningún contorneo de caderas y llevó su garganta al extremo. También tomó mate y se dio el gusto de llevar sobre tablas a su amigo el “Bebe” Contepomi quien, a los gritos de “Rosario es Rock” no tuvo reparo en cantar “Me arde”.

El cantante abrió el show con “El salmón” y el clima ya estaba creado. El rock iba a sonar a lo largo de más de dos horas, duro, aunque interrumpido por algunos temas más “cumbiambas” como el último “Cinco minutos más” de La lengua Popular. Sin embargo, el show no dejó de lado temas de Alta Suciedad, Honestidad Brutal y tampoco de Los Rodríguez.

Un momento especial, sin dudas, fue el de los tangos “Los mareados” y “Mano a mano” que interpretó acompañado por los coristas. También hubo tiempo para el descanso y no faltaron “Aviones”, “Flaca”, “Soy tuyo” y “Crímenes perfectos”, uno de los temas mejor recibido por el público.

Luego de casi dos horas de música, el “Salmón” y su banda se despidieron pero a fuerza de aplausos y gritos, retornaron al escenario. Allí, Andrés recordó que la semana que viene “se van a cumplir veinte años sin Miguel Abuelo” y como si se tratara de un homenaje a los buenos tiempos, cantó “Costumbres Argentinas” acompañando con el teclado.

Si arrancó bien arriba, Calamaro eligió para irse una canción bella; con “Paloma”, se despidió de Rosario, sin antes agradecer una vez más, la luna, el río y los millones de aplausos multiplicados que, seguramente, todavía resuenan en sus oídos.